o verdadeiro heroísmo está en transformar os desexos en realidades e as ideas en feitos "sempre en Galicia"

jueves, marzo 23, 2006

Mejor hacerlo uno mismo

Es domingo, 19 de marzo, y hoy tenía pensado visitar el famoso cañón de Somoto. Por tercera vez no ha podido ser porque mi estómago ha vuelto a las andadas. El día comenzó bien, pero después de desayunar comencé a sentir náuseas. Tenía 38 y medio de fiebre y me sentía como si me hubiesen metido una paliza. Esta vez me fastidió más que nunca, porque acababa de terminar el nuevo tratamiento que me había recetado el médico. Parece que el segundo intento tampoco ha dado resultado, como el anterior. Sigo con el bicho dentro.

A pesar de que era domingo, me fui directo al médico para comentarle lo que pasaba. La consulta queda en su propia casa, pero nadie me abrió la puerta.

De la consulta me dirigí a la farmacia más cercana para hablar con la dependienta sobre las dudas que tenía con el medicamento que me habían recetado. Charlando con la farmacéutica resultó que ella era médico (es que aquí los médicos están tan mal pagados, que la mayoría de ellos opta por abrir farmacias, que dan más dinero). Le pedí su opinión sobre el medicamento que me habían recetado y me dijo;
- Hombre, no es muy ético que diga esto de lo que receta otro profesional, pero esas pastillas no son las indicadas para tu problema.
Y es que yo ya lo sabía. Me tenía que haber recetado Metronidazol. Resultó que me había prescrito un antibiótico que no era eficaz contra las amebas.

Yo soy de la teoría de que si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo, así que de allí me fui directo a Internet. A estas alturas ya me estoy planteando seriamente cambiar mi proyecto de fin de carrera por una tesis sobre amebas. Encontré un listado de todos los medicamentos contra la amibiasis y me fui con él a la farmacia a recoger los que necesitaba; uno para matar amebas adultas y otro para matar los quistes. También me enteré por qué con el primer medicamento que tomé no había obtenido ningún resultado. Las pastillas eran las adecuadas, el problema es que el médico se equivocó con la dosis. Me dijo que tomara cuatro pastillas durante dos días, es decir, una a la mañana y otra a la noche durante dos días, y en realidad, lo que había que tomar era cuatro pastillas seguidas cada uno de los dos días.

Ya estoy empezando a estar un poco harto de esta situación. No es que me encuentre fatal, porque sólo me dan achuchones de vez en cuando, pero empieza a minar un poco mi moral. Verme cada día más delgado no deja de desanimarme.

Espero que sea verdad eso de que a la tercera va la vencida.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

Non desesperes, que seguro que agora acabas coa ameba esa.

xa sei que é complicado non pensar e obsesionarse coas cousas que nos preocupan, sobre todo se son da propia saúde, pero intenta non obsesionarte.

Vouche dar un consello que me deu un bo amigo cando non podía durmir: fai meditación.. (jeje)

E por riba de todo, pensa que esta situación é temporal, que pronto verás todo con outros ollos e empezarás a disfrutar realmente dos encantos de nicaragua...

un abrazo

12:42 p. m., marzo 24, 2006

 

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