o verdadeiro heroísmo está en transformar os desexos en realidades e as ideas en feitos "sempre en Galicia"

viernes, abril 07, 2006

Sabado 1/4

La mañana del sábado la dedicamos como siempre a hacer la compra y dar unas cuantas vueltas al mercado Huembes. Estuvimos ojeando algunos recuerdos para llevar antes del regreso a España. Lo que más triunfa son las típicas camisetas con eslóganes, las hamacas y los lagartos disecados.

Tras la comida pusimos rumbo a una finca que está en las afueras de Managua para poder hacer una pequeña ruta de senderismo. La caminata la hicimos Xulio, Guille, Carlitos (el hijo de Guille) y yo, partiendo de una hacienda cafetalera hacia el fondo de un valle donde había una pequeña catarata. Era una zona de mucha vegetación y era más parecido a una selva que a un bosque. El recorrido nos llevó un buen rato. Por el camino pudimos encontrar muchas cosas interesantes, como un corte de una pared donde se podían observar los estratos volcánicos de formación del suelo. Los diferentes tonos de gris representan las diferentes erupciones del cercano volcán Masaya a lo largo de los siglos. Vimos un ojo de agua que surgía de una pared y la pequeña catarata de la que os hablaba. No fue fácil fotografiarla, porque al verla desde arriba había que asomarse demasiado. La subida se hizo muy dura. Mi bajo estado de forma, y no haber dormido demasiado la noche anterior pasaron factura. Aquí os dejo una foto de un arbolito de los muchos que había por el camino. Al pie están Xulio y Guille para que os hagáis una idea del tamaño.

De vuelta a la hacienda cafetalera ya empezábamos a sentir un pequeño agujerillo en el estómago, así que nos dirigimos a uno de estos restaurantes de los que os hablaba hace tiempo, donde se puede tomar algo rodeado de bosque. No teníamos muy claro lo que pedir, así que la curiosidad nos llevó a solicitar un fondue de frutas con chocolate. Yo me hacía una pequeña idea de lo que era un fondue, pero no podía relacionarlo con la fruta y el chocolate. Resulta que te sirven un pequeño hornillo sobre el que va un recipiente con chocolate, que gracias al calor se mantiene siempre líquido. Entorno al hornillo está colocada la fruta (melón, papaya, plátano, sandía, piña…), que tú coges con un pincho e introduces en el recipiente de chocolate para revolverla. Estaba muy bueno, pero quizás otro tipo de alimentos compaginen mejor que la fruta.